“El éxito no es la llave de la felicidad. La felicidad es la llave del éxito. Si amas lo que haces, serás exitoso.”
Albert Schweitzer
Todos queremos ser exitoso(a)s, ¿no es así? Pero, ¿qué es el éxito? ¿Qué hace que algunas personas sean exitosas y otras fracasen?
Todo(a)s merecemos vivir una vida extraordinaria y ser exitoso(a)s en todas las áreas de nuestra vida.
Desafortunadamente, la mayoría de la gente no se siente exitosa, y solamente uno(a)s cuanto(a)s logran todo el éxito del que son capaces. Cuando la gente no tiene éxito, no es porque no sea lista, o porque no trabaje duro, o porque no tenga buena suerte, es simplemente porque no entiende los principios y las leyes que activan el éxito. Es necesario descubrir el gran poder y potencial que tenemos dentro para lograr el éxito.
Mucho(a)s creen que el éxito es un resultado específico, un destino al cual llegarán algún día. Pueden definirlo como cierta cantidad de dinero en el banco, cierta clase de automóvil o de casa, un trabajo específico, un determinado título o una relación satisfactoria. Estas cosas pueden ser parte del éxito, metas por lograr a lo largo del camino, pero no son el éxito por sí mismas.
El éxito es más que la realización de una o varias metas. Las metas son vitales para el crecimiento, y son una forma importante de medir tu progreso, pero ellas no son el éxito. El comprar un automóvil, una casa, o tener un buen trabajo, no significa que has alcanzado el éxito. Estas metas son parte del proceso, el medio para lograr un fin, pero no son el éxito.
El éxito no es un destino específico, sino una dirección que eliges. El éxito es un proceso, un viaje sin fin. Es un progreso constante hacia tu más alto propósito, en todas las áreas de tu vida: física, mental, emocional y espiritual. Hay muchas personas que son altamente exitosas en el área financiera, pero no se sienten felices ni realizadas. No son exitosas en verdad. Otras personas tienen relaciones satisfactorias, pero tienen problemas económicos. Otras tienen un buen trabajo, pero están enfermas.
Para ser exitoso(a) necesitas saber qué es lo que realmente quieres en tu corazón y en tu alma, y necesitas saber cuál es tu dirección, una que tú mismo(a) hayas elegido. Tú eres la única persona que puede definir el éxito para tí. Asegúrate de elegir tu propia dirección, en lugar de perseguir las metas que la sociedad o los demás te dicen que debes lograr. Si no lo haces, puedes llegar a encontrarte a tí mismo(a) en lo más alto de la escalera, pero la escalera estará en la pared equivocada.
Muchas personas no obtienen lo que quieren en la vida porque no saben lo que quieren, o, aún cuando saben lo que quieren, no siempre lo consiguen, porque creen que no lo merecen. Pero la verdad es que todos somos merecedores de nuestro más alto bien. Cuando olvidamos ésto, no podemos lograr el éxito. Otros argumentan que su nivel de éxito en la vida está determinado por las circunstancias. Sí, el éxito puede estar influenciado por factores externos, pero no está determinado o causado por ellos.
La sociedad en la que vivimos está enfocada principalmente al aspecto material. Por lo tanto, no es sorprendente que tengamos la tendencia de enfocar nuestras mentes al aspecto material todo el tiempo, y descuidar los demás aspectos. Tendemos a definir el éxito como: automóviles de lujo, grandes casas, enormes cantidades de dinero en el banco, viajes, etc. Y yo de verdad creo que no hay absolutamente nada de malo en eso, al contrario, y no creo que ser espiritual sea equivalente a ser pobre y vivir sin comodidades. El problema no está en las cosas materiales por si mismas. El problema se presenta cuando vemos esos objetos como la meta final, y como símbolos de éxito que confirman si la “hemos hecho” en la vida o no.
Es por esta razón que muchas personas tienen que voltear a ver a los demás para confirmarse a ellos mismos si “la están haciendo bien” o si son exitosos. Cuando no tienen una casa grande, automóviles de lujo y mucho dinero, a menudo son considerados como un fracaso por los demás, y principalmente, por ello(a)s mismo(a)s. El sistema en el que vivimos alienta el consumo y su constante crecimiento, y entre más consumes, más exitoso(a) eres considerado(a). La búsqueda del éxito lleva a mucha gente a gastar más de lo que tiene y a meterse en grandes problemas financieros, simplemente para tener las cosas que hagan saber a los demás que tan ”exitoso(a)s” son.
Así es que, ¿es éste el tipo de éxito que estás buscando? ¿Que tal si te dieras cuenta que el éxito real que estás buscando no está en esa clase de cosas materiales, sino en algo que se llama “felicidad”, y que cuando eres feliz, las cosas materiales se dan como resultado automático?
Es maravilloso tener un automóvil de lujo, una casa hermosa y otras posesiones materiales, pero ¿eso realmente te llena?, ¿eso es suficiente? ¿eso te hace ser y sentirte exitoso(a)? Merecemos vivir cómodamente y tener cosas agradables a nuestro alrededor, pero lo que realmente nos alimenta es tener un propósito más alto en la vida, algo más grande que nosotro(a)s a lo que podamos aspirar y dedicar nuestra energía. Algo que nos haga realmente felices.
Después de todo, ¿para que quieres tener mucho dinero, una casa grande o un carro de lujo? ¿Para qué quieres que los demás te acepten? Para sentirte seguro(a), feliz, y vivir en paz, ¿no es así?. Entonces, la búsqueda termina cuando eres feliz y te sientes realizado(a). Pero, ¿cuándo te vas a sentir feliz y realizado(a)? Un hombre sabio dijo “El dinero y la fama no hacen la felicidad”. No me malinterpretes. No hay nada malo en tener mucho dinero y ser famoso, o tener automóviles y casas. El problema es que mucha gente se concentra en perseguir el sueño material y olvida el por qué lo está haciendo en primer lugar.
Mucha gente está tan ocupada “ganándose la vida” que se olvida de “vivir la vida”.
Y, para obtener lo que deseamos, de acuerdo a la Ley de la Atracción, necesitamos “ser”, en lugar de “hacer”, porque es a través de lograr un estado de felicidad, gratitud, amor y paz, que llegaremos a obtener el éxito. Y no a través de obsesionarnos por tener cada vez más cosas materiales, con el único propósito de obtener la aprobación y la confirmación de nuestro éxito por parte de los demás, para compensar nuestra baja autoestima, que es la causa de esa obsesión.
Y lo más interesante es que una vez que renuncias a tu obsesión por las posesiones, y finalmente reconoces tu verdadera esencia, entonces comienzas a manifestar lo que quieres con mucha mayor facilidad. Cuando eso sucede, puedes disfrutar toda clase de cosas materiales tanto como quieras, si eso es lo que eliges. Puedes elegir tener un automóvil de lujo, o muchos, si eso es lo que quieres. Puedes elegir vivir en una casa grande, si así lo deseas. La diferencia está en que ya no eres controlado por la obsesión de perseguir esas cosas.
Cuando logres ésto, no estarás nunca más en busca del éxito, el éxito te buscará a ti. Simplemente serás feliz y desde ese lugar permitirás que las cosas se manifiesten, en lugar de perseguirlas obsesivamente. En ésto, hay una pequeña diferencia en percepción, pero con efectos profundos. Y es entonces cuando comienzas a vivir una vida extraordinaria y a disfrutar del verdadero éxito.
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